Cada vez es más y más habitual ver bicicletas de gravel en cualquier salida con la grupeta. Aunque parece que cada uno de los modelos más habituales, ya sea carretera, gravel o mountainbike, tiene su propio espacio y un terreno en el que mejor se desarrolla, hay momentos en los que más de una opción puede ser válida.
En algún sendero pueden verse bicicletas de montaña y gravel compartiendo camino o, incluso, algunas marchas pueden ser accesibles para los dos tipos de ciclistas.
Existen muchos ejemplos de pruebas y rutas en los que ambas opciones son plausibles. Uno de ellos puede ser la Murcia Non Stop Madrid – Murcia by MRW.
En esta prueba, que encara en 2023 su tercera edición, no es extraño ver ciclistas que van alternando entre BTT y gravel. Incluso, hay grupetas en las que algunos de los miembros hacen los tramos más técnicos con bici de montaña y los tramos más suaves con gravel.
LA PRUEBA EN GRAVEL
Es una de las preguntas que más recibe la organización: “Quiero ir a la Murcia Non Stop Madrid – Murcia by MRW con bicicleta gravel. ¿Es posible hacerla completa?”. Manu Tajada, director deportivo de la prueba, subraya que le parece “factible”.
“Poderse se puede hacer cualquier tramo en gravel. Hay algunos que yo aconsejaría hacer en mountainbike: el 1 (que termina en Estremera), el 6 (que termina en Cieza) y el 7 (que termina en Caravaca de la Cruz). Del mismo modo, también hay algunos, como el último, que son ideales para hacer en gravel. Es una vía verde que va hasta Murcia y que es súper gravelero”, explica.
Es el caso de Julián, que en 2021 participó en la prueba con su bicicleta de gravel. “Al final, la mayoría de los tramos pueden hacerse sin problemas. E incluso en aquellos un poco más técnicos, puedes bajar de la bici puntualmente y luego seguir rodando”, explica.
“Yo hice alguna etapa con gravel y otra con BTT”, matiza Guillermo Prieto, el ciclista más rápido en la categoría solo de las dos últimas ediciones. Esta modalidad, la del cambio de bicicleta, está permitida en las estaciones de hidratación distribuidas a lo largo de toda la carrera.
“Creo que podría hacerse enteramente en bicicleta de gravel, aunque hay algunos tramos más técnicos y complicados. A mí me gusta ir cambiando porque en los tramos más rodados disfruto mucho de llevar la gravel”, añade Prieto.
Una disciplina que crece y crece cada año, que cuenta con auténticos adeptos y que responde a una manera muy particular de entender el ciclismo: sin complicaciones, con tranquilidad y disfrutando de cada segundo.
